Estocolmo es una ciudad simpática, amigable. Brinda a sus visitantes un plus importante, tener miles de lugares interesantes para conocer. Y a nosotros, viajeros caminantes y curiosos, eso nos motivó para poder recorrerla. Una de esas visitas curiosas que hicimos cuando estuvimos por allí fue ir a conocer al gran BUQUE VASA (“WASA”), un buque del siglo XVII. Ver esto es algo imperdible en esta época en donde a veces, lo “moderno” para algunos es lo que puede tener valor.
Este relato lo debo comenzar diciendo….
Había una vez, hace muchos… muchos años un barco llamado Vasa, que hubiera sido un glorioso buque de guerra. El 10 de agosto del año 1628 salió a la mar por primera vez pero solo pudo navegar 1.300 metros. A esa distancia de la costa luego de zarpar naufragó en silencio y durmió un largo sueño a 32 metros de profundidad debajo del mar durante casi 333 años.
Y hoy, a pesar de su naufragio, de no haber andado por los mares del mundo, de no haberse distinguido por disputar arduas batallas navales tiene el orgullo de ser el único barco del siglo XVII que existe en nuestra era en perfecto estado. Se mantiene casi intacto con más del 98% de su estructura original. Es un monumento. Se hizo famoso y es famoso al día de hoy por la manera en que naufragó y por cómo se lo rescató. Se mezclan dos historias en una y eso lo hace más especial.
Una mañana bien temprano, a pesar que el día había amanecido gris y lluvioso en Estocolmo, decidimos ir rumbo a la zona de los museos. Desde nuestro hotel hasta allí fuimos caminando. Eran muchas cuadras, pero valió la pena para poder seguir conociendo la ciudad. También se puede llegar con el Tranvía (Nro.7) o en el Autobús (Nro.4) y con el Metro (Estación Karlaplan).
- Museo del Buque Vasa
- Museo del Vasa
- Carteles indicativos de la zona de los Museos
Tan importante es el VASA que en Estocolmo se ha construido un museo especialmente para él. Y como ves en las fotos el diseño es genial.
El Museo Vasa (Vasamuseet) está ubicado en la isla de Djurgården. En el año 1988 se comenzó la construcción de este museo para poder alojarlo allí. Recién el 15 de junio de 1990 el rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo inaugura las instalaciones, que hoy tiene la característica de ser uno de los museos más visitados en toda Escandinavia.
Quiero comentar algo de su historia para poder ubicarlo en tiempo y espacio…
Su construcción fue ideada por el Rey de la dinastía Wasa, Gustavo II Adolfo de Suecia. En ese momento existían conflictos políticos debido a la Guerra de los Treinta Años que se inició a comienzos del año 1618. Esta guerra se inició debido al enfrentamiento entre la Liga de los Católicos y la Liga de los Protestantes. Primero tomó el cariz de una guerra religiosa para más tarde transformarse en una guerra de lucha de poder entre los príncipes y los reyes de Europa. A Suecia le interesaba ser la potencia principal de Escandinavia y, con ello, poder controlar así a los países Estonia, Lituania y Finlandia, países del mar Báltico. Por esta razón en el año 1625 Suecia, bajo la orden del Rey Gustavo II, con el diseño y dirección del holandés Henrik Hybertsson, dio inicio a la construcción de 4 (cuatro) buques de guerra para poder defenderse de los ataques del sur. El “Wasa” ó Vasa sería la estrella principal de esta flota, la idea era que, al solo verlo, el enemigo ya se sintiera intimidado. Era sobre todo un buque elegante y su aspecto era impresionante debido a la cantidad de cañones que habían colocado sobre él.
Al día de hoy este buque lo sigue siendo… el Vasa es ¡¡¡magnífico!!! solo tiene una contra: no podés tomarle una buena foto completa ¡es tan grande! que tuve que hacer una foto de una postal…
El Vasa (“Wasa”) tenía las características de los galeones holandeses de esa época, pero este buque se caracterizaba por poseer un gran número de esculturas en toda su estructura, más de 700 estatuas de bronce de tamaño real. Dicen que el peso ocasionado por estas esculturas pudo colaborar con su hundimiento. Obviamente, además también influyó el peso de los 64 cañones enclavados en él. Y un dato no menos importante, este magnífico barco se construyó sin tener ningún plano como referencia. Demasiados motivos se asociaron como para que pasará lo que pasó en esa fatídica mañana del 10 de agosto del año 1628 cuando el Vasa se hundió a tan solo 10 minutos de salir por primera vez al mar… tan solo después de haber navegado 1.300 metros!
Se llevaron a cabo varios intentos durante el año 1664 para recuperarlo. Pero su rescate total se lo debemos a Anders Franzéns, arqueólogo e investigador privado, que durante toda su vida se interesó por la historia del Vasa y decidió lanzarse a su búsqueda.
Años y años de exploración hasta que recién en el año 1956 lo pudo ubicar muy cerca del islote de Beckholmen. Su trabajo fue difícil y lo pudo realizar gracias a la colaboración de la Armada Sueca y de la Compañía Naviera Brostroms. Franzéns en el año 1958 encuentra uno de los grandes cañones y trabaja en recuperar todo el buque. Recién en el año 1959 con unos cables de acero logra agarrar la nave y gracias a la ayuda de la empresa de navíos de carga pudo remontarlo hasta aguas menos profundas. Por fin, el 24 de abril del año 1961, se pudo poner a flote al buque Vasa. Toda una hazaña, ¡¡un logro!! porque se lo subió a la superficie después de estar 333 años bajo las agua del mar Báltico. Pero lo mejor vino después, porque su recuperación y cuidado fue una tarea digna, ardua e impresionante.
Hubo varias causas que ayudaron al buque Vasa para que se pueda conservar a pesar de los años, una es que cuando se hundió en el fango, el agua allí tenía muy baja salinidad y además era una zona de muy bajas temperaturas. Otra es que cuando salió a la superficie las técnicas de conservación ya habían evolucionado lo suficiente, porque el tratamiento de la madera que estuvo bajo el agua tanto tiempo tiene que tener un tratamiento especial porque sino se rompe ¡¡se deshace!!. Por suerte en ese momento ya existía un buen producto. Se utilizó como conservante el Polietilenglicol (PEG), un producto ceroso soluble en agua, que penetra lentamente en la madera y reemplaza al agua. El PEG también se ha utilizado en otros dos barcos que estuvieron mucho tiempo debajo del agua, uno fue el Mary Rose en Inglaterra y el otro el Ma’agan Michael, un barco en Israel. Con este material la madera queda estable, evitando que se deforme o encoja cuando se seca.
Por estas razones, es genial que lo hayan sacado del agua en el siglo XX donde ya se podía contar con elementos para su conservación.
Estuvo 17 años bajo el cuidado de expertos y gracias a ese trabajo por fin, en el año 1988, se pudo pensar en exhibirlo al mundo. Gracias a todo este trabajo ¡¡¡lo pudimos conocer!!!
Cuando entrás al museo y ves al Buque Vasa por primera vez… quedás sorprendido! cómo hicieron para rescatarlo?, para conservarlo? Estas respuestas ya te las he anticipado, ahora podes disfrutar de todas las imágenes que te mostraré aquí. También quiero contarte todo lo que podés hacer dentro del Museo. Allí tenés la posibilidad de ver una película relatando la historia del Vasa que dura 18 minutos y es de lo más interesante. Es muy recomendable verla antes de recorrer el Museo. Luego podés participar de una visita guiada que dura alrededor de 25 minutos. Nosotros optamos por bajar a nuestros celulares una guía de audio, en un formato mp3, que resultó ¡genial! y que siguiendo las indicaciones de un plano, que nos entregaron en el sector de informes, pudimos hacer nuestro recorrido por cuenta propia. La audio guía en español, si querés, la podés bajar vos también haciendo un click aquí… y te entrego el plano para que vayas viendo por qué lugar del museo estás mientras escuchás la guía. No verás todo en persona, pero aquí comparto con vos un montón de fotos para que vayas haciendo volar tu imaginación…
Al final de cuentas todo este relato parece una fantasía, no?
Impresiona ver en el museo las caras de algunas de las personas que estuvieron en el buque al momento del naufragio, fueron 30 personas las que murieron ese fatídico día… de las casi 200 que estaban en el Vasa. Al verlas, todo toma una dimensión de realidad son reconstrucciones perfectas!
Antes de irnos pasamos por la tienda de souvenirs del Museo del Buque Vasa pero antes de llegar nos encontramos con un mapa gigante y delante de él había una pantalla en donde podríamos tomarnos una foto que luego se colocaría directamente en el mapamundi que habíamos visto. Solo nos quedaba indicar de dónde proveníamos nosotros, desde donde habíamos llegado para conocer el Vasa.
Y así lo hicimos por eso ahora ¡¡¡allí estamos!!! formando parte de grupo de Caras del Museo Vasa.
Y nos fuimos felices por haber visitado a este gran museo. Agradeciendo la oportunidad que tuvimos de conocer al Buque Vasa, el barco de guerra mejor conservado de este nuestro mundo y que, al día de hoy, se lo sigue cuidando para que dure mucho más tiempo.
Sabíamos que lo visto no era un cuento, que no fue una fantasía, que no era una simple maqueta ¡¡¡que todo fue real!!!
y que, aún, continúa siéndolo.
El Buque Vasa aún existe …
Luisa
Excelente entrada, buen trabajo.
Deber ser espectacular poder verlo.
Gracias por compartirlo.
Saludos
L.