El New York Café de Budapest. Imperdible.

En la ciudad de Budapest se encuentra uno de los más bonitos cafés que he visitado en toda mi vida: el New York Café. Budapest esconde entre sus calles lugares magníficos, es una ciudad encantadora que me ha robado el corazón. No solo posee seductores puentes, Budapest tiene miles de cosas para disfrutar.
New York CafèUna tarde de junio y luego de haber visitado la segunda Sinagoga más grande del mundo decidimos ir a tomar el té al New York Café. Sabíamos que era un lugar imponente, de esos que te impactan ni bien ponés tu pie en el lugar pero nunca nos imaginamos que fuera tan increíble.

Nuestra guía nos comentó que si pensábamos ir por la mañana encontraríamos a mucha gente esperando para entrar y que las filas serian eternas. Por eso nos recomendó que vayamos por la tarde, casi de noche. Y esta fue una muy buena decisión.
New York Café

Por eso después de visitar la Gran Sinagoga nos fuimos caminando por las calles angostas del barrio judío y en el camino fuimos descubriendo rincones encantadores. Confieso que, durante la caminata, nos perdimos un par de veces pero, por fin, apareció ante nuestros ojos el tan preciado New York Café.
Ubicado en una gran esquina desde la vereda de enfrente llama la atención, no pasa desapercibido. Solo nos faltaba cruzar la avenida para poder entrar a este lugar que está atravesado por la historia de Hungría y habla de las épocas brillantes de la ciudad de Budapest.
New York Café
El New York Café forma parte del primer edificio de 2 pisos de casi toda Europa construido en el año 1894 por el arquitecto Hauszmann Alajos. Antes este edificio había pertenecido a la Compañía de Seguros New York Life, y era conocido como el New York Palace. Era una joya y aún hoy, después de 123 años, les aseguro que lo sigue siendo.
New York Café

Entramos al New York Café y tanto a Alfredo como a mi, literalmente, se nos cortó la respiración. No podíamos dar crédito a lo que estábamos viendo. Me encantan los cafés, todos, grandes, pequeños, sencillos o imponentes, pero este café definitivamente le ganaba a todos los que hasta este momento había conocido. Inclusive le estaba ganando hasta a mi querido Café Tortoni de mi ciudad de Buenos Aires. Y eso ya era mucho decir. 

Ni bien cruzás el umbral de su puerta sentís que te transportaste hasta otra época, como si te hubieses subido a la máquina del tiempo. Todo deslumbra en este lugar. Los mármoles, sus espejos, el color dorado que predomina en el lugar, sus arañas venecianas que son majestuosas, las pinturas (perdón, los frescos) en sus cielorrasos, sus columnas salomónicas todo lo que veía me estaba confirmando que había ingresado a la cafetería más bonita del mundo.

Sus ventanales, inmensamente grandes, aportan al café mucha luz y eso hace que podamos apreciar mucho mejor su magnificencia.


El New York Café es enorme y a pesar de eso a veces no alcanza el lugar para recibir a todos sus clientes habituales y a los turistas ávidos de conocerlo.

New York Café New York CaféNew York Café

Alfredo y yo seguíamos fascinados y no parábamos un minuto de intentar captar todo lo que nos rodeaba. Nos encantaron los frescos en sus techos que hacen encantadoramente imperial este lugar. Los frescos fueron pintados por Gusztav Mannheimer y Ferenc Eisenhut durante la mitad del siglo XIX. Y hoy, a pesar del tiempo transcurrido, a esas pinturas se las puede disfrutar gracias a las refacciones que se le realizaron, es increíble, no? Al entrar decidimos sentarnos en una mesa al lado de uno de sus grandes ventanales. Queríamos confirmar, viendo la gente  y los autos de la calle, que seguíamos viviendo en el Siglo XXI.

Esta joya de Budapest, el New York Café, también fue testigo de  los avatares de la historia de Hungría y del mundo. En los años 40 resistió la ocupación de los alemanes nazis, luego, la llegada violenta de los soviéticos. En la Primera y la Segunda Guerra Mundial sufrió demasiados daños, como toda la ciudad. Durante estos momentos de la historia el New York Café perdió su brillo y cayó en ruinas. En el año 1950 en el edificio había un negocio de artículos de deportes y turismo. Cerró otra vez en el año 1990. Nadie lo cuidó durante todo este tiempo como la joya que es.  Y recién en el año 2001 el Grupo Boscolo inició la reconstrucción de este emblemático lugar. Fue así que el New York Café recuperó todo su esplendor original, volvió a ser lo ¡¡¡fastuoso y deslumbrante!!!! que en sus inicios había sido.

New York CaféNew York Café
Hoy parte de este histórico edificio está ocupado por el Hotel New York Palace Boscolo. Y cuando estés en el New York Café podrás descubrir el grandioso y moderno lobby de este Hotel siempre y cuando te animes a subir las escaleras que van desde el gran salón del New York Café hacia los pasillos que están más arriba, pasillo que también te llevan hasta el toilette.

New York Café
Luego de inspeccionar los pisos superiores y de sacarle un par de fotos de imprevisto a Alfredo (porque me encantaba verlo desde allí arriba con el marco de tan majestuoso lugar) volví a nuestra mesa.

New York Café
Ya el mozo (o «pincér» en húngaro, si mal no recuerdo) nos había servido lo que habíamos ordenado. Yo había pedido una porción de Torta Sacher con una limonada y Alfredo un té con una porción de Torta de Manzana y helado. Todo estuvo perfecto, muy sabroso.

New York CaféNew York Café
Y, para nuestra sorpresa, el New York Café nos regalaría una momento inolvidable porque en uno de los descansos de las escaleras, que en el gran salón se encuentran, hay un gran piano y desde allí empezamos a escuchar una música espectacular. Según entendimos es un grupo llamado Hungaricum Orquesta Roma que da a conocer la música gitana húngara, parte importante de la cultura de este bello país.

New York Café New York CaféPero mi mayor alegría fue cuando escuché, a este grupo de músicos húngaros, también interpretar un «Tango» argentino. Fue tanta la emoción que me puse a filmarlos y cuando terminaron, en vez de guardar mi grabación, los aplaudí a rabiar. No me dí cuenta y apoyé mi celular sobre una de las mesas y ups… ahí borré mi filmación. Este momento fue mágico, estaba en el mejor café del mundo escuchando música de mi país. Pero, como no todo está perdido, Alfredo me cuenta que, al verme tan entusiasmada,  había decidido filmarme a mi. Este es el registro que me regaló de ese momento:

Cuando estuve allí sentí que, a pesar de estar disfrutando de una rica torta y una excelente limonada, estaba dentro de un gran museo interactivo. Porque al entrar en el New York Café se puede vivenciar la Belle Époque. Es una gran oportunidad para conocer, durante tu viaje, un momento glamoroso de la vida de Budapest.

New York Café

A Alfredo y a mi nos ha quedado una costumbre de la época en que no existían los celulares para tomarnos bonitas selfies. Siempre nos retratamos en algún espejo. Y cuando vimos este gran espejo en el New York Café no nos pudimos resistir. ¿Como no tomarnos una foto en el café más bonito del mundo…? Teníamos que hacerlo y lo hicimos.
El Nueva York Café siempre, durante toda su existencia, fue el centro de la vida literaria y artística de Budapest: pintores, escritores y políticos húngaros lo eligieron como su lugar favorito de reunión. Y ahora nos toca a nosotros, los turistas, disfrutarlo.

Espero Amigos Viajeros que les haya agradado este Relato Viajero sobre el New York Café y como se dice en idioma húngaro: ¡Viszontlátásra! (en español quiere decir: ¡Hasta la Próxima!).
                                                   DATOS IMPORTANTES  

  • Hacé click en el enlace que aquí te dejo por si querés ver el  Menú del NY Café de Budapest
  • Si necesitás un buen plan  para saber qué hacer y ver en Budapest en 3 días date una vuelta por el blog de viajes de mi amigo Jordi (MilViatges) que tiene un buen recorrido armado para sugerirte: click aquí.
  •                                      Localización del New York Café

Anterior

Armar una maleta, puede ser un lío…

Siguiente

Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada.

18 comentarios

  1. Kris

    Este café en el que te veo tan feliz y del que nos cuentas tantas cosas me trae buenos recuerdos. Y no por haberlo visitado, que es uno de mis pendientes de la capital húngara. Me los trae porque la primera postal que me mandó Arturo siendo novios fue de ese café, y escrita también allí. Un abrazo fuerte.

    • Que bueno que este café tenga un recuerdo tan cálido para vos.
      Pues Arturo deberá llevarte pronto y mostraste la mesa en donde escribió esa primer postal… será algo memorable. Porque este lugar es único.
      Abrazo grande para vos.

  2. ipaelo (whattimesailing.com)

    Me has dejado con ganas de ir a este Café cuando visitemos Budapest, se nota que te encantó por el fervor que desprenden tus letras y las fotografías de la entrada.

    Es una pasada.

    Saludos Viajeros

    • Que bueno que este Relato Viajero te motive a pasar por este lugar cuando estés por Budapest.
      Cuando vayas allí recuerda a Lilián Viajera y come una rica porción de torta en mi nombre.
      Saludos Viajeros para vos también.

  3. Carmen Viajes y Rutas

    Wowww realmente impresionante Lilián! A mi también me enamoró Budapest, lástima que no supiésemos de la existencia del New York Cafe. Es verdaderamente impresionante, me ha encantado!
    Un abrazo
    Carmen

    • Gracias Carmen!
      Pues mira ya tienes algo más para conocer cuando regreses. Siempre es bueno dejar algo para la próxima vez… Budapest te espera!
      Me alegra haberte dado a conocer este entrañable lugar.
      Saludos Viajeros.

  4. Alejandro Sierra

    Cordial saludo, lo primero es agradecerte por tu información, te escribo desde Colombia, quisiera preguntarte sobre el presupuesto ¿cuanto presupuesto se requiere en tres dias en esta ciudad? Ademas te felicito por las fotos y tu manera de narrar, nos antojas
    Alejandro Sierra.

    • Alejandro, antes que nada te agradezco a vos por pasar por mi Blog. Me alegra haberte «antojado» a conocer este lugar. Es imperdible. Respecto de tu pregunta, pues mira, yo he ido con todo presupuestado desde Buenos Aires. Hotel, traslados y demás. Y lo que hicimos por nuestra cuenta pues hemos caminado y caminado. Budapest es una ciudad para caminar. Lo que si puedo decirte es que la comida no es tan cara como en otros lugares de Europa y es más económica que por ejemplo Noruega. Para darte una idea de los precios por ejemplo en el New York Café abre el pdf que adjunté al post donde están todos los precios de sus comidas.
      Lamento no poder darte info puntual…
      Saludos Viajeros

  5. Viajar y Otras Pasiones

    Qué bonito!!

    Hemos estado en Budapest, y nos encantó, pero no fuimos a este café, qué pena! Esperamos poder ir la próxima vez!

  6. jordi (milviatges)

    Un lugar precioso. Uno puede sentirse como Luis XIV en Versalles. Eso si, con repostería del siglo XXI y con un café delicioso. Es de los más bellos del mundo si no el que más.
    Me ha encantado el reportage y me ha traído muy buenos recuerdos.
    Un beso!

  7. Maribel (Milyunviajesporelmundo.com)

    Recuerdo que nosotros también estuvimos y nos dejó enamorados ¡ha sido bonito verlo en tu artículo!

    • Gracias Maribel por pasar por mi Blog y por dejarme tu comentario.
      Y sí… tienes razón este lugar enamora!!!!!
      Que bueno que lo pudimos conocer!!
      Saludos Viajeros

  8. Patricia

    Hola Lilian! que lindo este relato. Me encantó. el lugar magnifico.
    Gracias por compartir esta vivencia.
    Estas imágenes me han encantado!

  9. Paco Martínez

    Jeje! Ése Alfredo siempre al quite… Mira, quedó más gracioso verte a ti , con el celular en alto (la cazadora cazada) que la grabación perdida. Increíble lugar; si con lo que lleváis corrido y visto, decís que es el café más bonito que visteis, pasa a ser, de obligada visita. Una pena no haber sabido de él, en mi visita del 2013, al menos, me hubiera asomado. Pero ha sido un placer conocerlo de vuestra mano y haber disfrutado ese rico refrigerio con vosotros, en esa mesa junto al ventanal…Gracias!

    • Que bueno Paco que te gustó este lugar. A mi definitivamente me ha encantado!!! Y te lo recomiendo. Próxima vez en Budapest ya sabés.. te tomas un buen té y yo me sentaré a tu lado, porque cuando vayas seguramente te acordarás de tu amiga Lilián Viajera.
      Alfredo estuvo genial. Realmente me sorprendió. Menos mal que lo hizo, me había visto tan entusiasmada y feliz que aprovechó ese momento.
      Gracias por estar siempre aquí acompañándome en mi Relatos Viajeros con tus comentarios tan alegres.
      Un beso grande,

  10. Qué preciosidad! Me lo apunto

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén

error: Content is protected !!