KAMAKURA primer recorrido: un Templo Zen y un Santuario Shinto

Kamakura (鎌倉) siempre nos había despertado curiosidad. Era uno de los lugares que, sí o sí, queríamos visitar cuando estuviésemos en Tokio. Sabíamos que era una linda y pequeña ciudad costera, ubicada tan solo a menos de 1 hora de la ciudad y que a ella se podía llegar fácilmente. Allí encontraríamos fantásticos templos y conoceríamos uno de los dos más grandes Budas que existen en Japón, exactamente el segundo en tamaño. Por suerte en nuestro viaje a Japón pudimos conocer Kamakura y nos sorprendió, aquí te cuento el porqué.

Salimos del hotel en el que estábamos alojados en Tokio preparados para la aventura, esta seria nuestra primera salida “solos”, sin nuestro guía, en esta gran ciudad. Sentíamos los nervios previos de tener que caminar por una gran urbe que nos era desconocida. No queríamos hacer el remake de la película “Perdidos en Tokio” y para evitarlo nos organizamos muy bien, sabíamos que el viaje era fácil y eso en el fondo… muy en el fondo nos daba algo de tranquilidad. 

Kamakura

Decidimos viajar en el tren tomando la línea Yokosuka Jr desde Shinjuku a Enoshima por Odakyu Ferrocarril que combina el uso gratuito de la Línea Enoden, un famoso tren pintoresco si los hay, por su aspecto y además porque su recorrido es muy agradable.  Dicen que viajar en él es una de las tantas cosas que hay que hacer en Japón.

Kamakura
Nuestra primera parada fue en la Estación Kita-Kamakura. A partir de allí, ni bien bajás del tren podrás ver las indicaciones para llegar a los Templos. Todo nos estaba resultando fácil.

Kamakura

A minutos de la estación ya nos encontramos con el primer gran templo, el Kenchoji –Kenchō-ji (建長寺)- también conocido como  Kofukusan (巨 福山). Este es uno de los más antiguos templos Zen de Kamakura (Kita-Kamakura), en realidad, es el primer centro Zen de todo Japón. Hōjō Tokiyori (quinto shikken -regente- del shogunato de Kamakura en Japón, perteneciente al Clan Hōjō –北条氏 Hōjō-shi- que gobernó Japón desde el año 1138 al 1333), ordenó construir este templo pero antes de eso solicitó que venga desde China, en el año 1246, el monje zen Rankei Doryu para ocupar el cargo de sacerdote fundador del Templo Kenchoji. Este templo se construyó para poder honrar allí a los soldados japoneses que murieron durante la invasión de los mongoles a Japón. 

Kamakura

Este Shichidō garan  (término budista japonés que denomina a las siete salas que componen el complejo del templo budista ideal),  el Kencho-Ji, es un templo zen “clásico” compuesto por esas 7 salas: el sōmon seguido del sanmon, la sala principal (el Butsuden), la sala de conferencias (hattō) y la residencia del jefe del abad (hōjō) todos alineados más o menos en un eje de norte a sur, con el baño de la casa (yokushitsu) y el repositorio sūtra (kyōzō) al este y la sala de los monjes (sodō) al oeste. 

Estábamos felices porque el día era brillante y el sol estaba acompañándonos. Por eso hoy no podría imaginar como sería recorrer este lugar con lluvia.

Kenchoji resultó ser una delicia, con árboles añejos mucho parque a su alrededor y esos cerezos en flor que, en silencio, nos dieron la bienvenida. 

Kamakura Kenchoji Kamakura Kenchoji

Kenchō-ji posee dos tesoros nacionales de Japón que queríamos conocer, uno de ellos era su campanario, ubicado a la derecha de la puerta de Sanmon, que data del año 1255 y que es una obra de arte.  

Kamakura Kenchoji

Y el otro tesoro es el Buda de “madera”, el  Shaka Buddha que se encuentra en la sala “Butsuden”.Kamakura KenchojiKamakura Kenchoji

Detrás de esta sala encontrarás la sala Hatto (Dharma Hall), donde descubrirás una estatua de la diosa Kannon. Este es el edificio más grande de madera ubicado en la zona este de Japón. Allí también verás un Buda originario de Pakistán llamado: Fasting Buddha.

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Pero una de las cosas que más nos ha fascinado de este templo son sus jardines, obviamente, preparados para la meditación. Por algo este es uno de los mejores templos budistas de todo el país. Este lugar invita a caminarlo y mientras lo haces irás descubriendo miles de cosas en el camino. 

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Pero la gran sorpresa la encontrarás cuando llegas al final del camino… ahí descubrirás uno de los jardines zen más bonito que podrás ver, el jardín Zen Shin-ji Ike que fue diseñado por el célebre maestro zen, poeta y arquitecto de jardines Muso Soseki. Aquí frente a este jardín nos quedamos un rato largo envueltos entre su magia y la naturaleza del lugar, en silencio. Fue algo inolvidable.

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Teníamos que seguir recorriendo Kamakura y por esa razón no pudimos andar entre los caminos y escaleras que llegan hasta el Hansobo, una de la salas más alejadas en donde está el santuario para la protección de KenchoJi. Una pena, porque cerca de allí hay un punto de observación que, según cuentan, algunos de los días con buena visibilidad se puede ver al Monte Fuji.

Salimos de este gran templo Kenchō-ji y nos dirigimos al Santuario Shinto o Sintoísta que está ubicado muy cerquita de allí, el Tsurugaoka Hachiman-gū (鶴岡八幡宮), dedicado a Hachiman. Está exactamente a menos de 5 minutos a pié.

Kamakura

Llegamos y sin darnos cuenta ingresamos a este Santuario por la parte de atrás, subiendo sus escaleras y atravesando todos los toriis que estaban colocados sobre ella. Estos Toriis son donados por la gente que integra la comunidad de este Santuario sintoísta y te garantizo que hacen al lugar muy pintoresco.

Kamakura

Nos encantó ver tantos toriis y recordamos algo que habíamos leído respecto de los santuarios sintoístas y es que casi todos suelen estar en bosques o lugares que resalten la armonía entre los humanos y la naturaleza. Y lo más importante es que la entrada del recinto principal está marcada por una gran puerta llamada torii (鳥居) que al atravesarla nos ayuda a recordar que estamos ingresando a un lugar sagrado.

Kamakura

Una cosa que hay que saber es que en los santuarios sintoístas el ritual de purificación antes de ingresar es muy importante, por eso cuando nos encontramos con una pequeña casita (en japonés “temizuya”) y bajo su techo una pileta con unos cuantos cucharones apoyados allí, en actitud de espera, es la señal para que antes de entrar nos lavemos las manos y la boca. Para hacer la ablución (en japonés “temizu”) hay una regla que te la comentaré aquí mismo (Fuente: http://www.tsurugaoka-hachimangu.jp):

1. Deberás mantener el cucharón con la mano derecha, llenarlo con agua.
2
. Volcar esa agua que está en el cucharón sobre tu mano izquierda.
3. Luego Colocar la cuchara en la mano izquierda y enjuagar la mano derecha.
4. Volver a colocar el cucharón en tu mano derecha y volcar el agua en tu mano izquierda y con el agua que tienes ahora en tu palma enjuagarás tu boca.
5. Luego limpiarás tu mano izquierda otra vez y deberás inclinar (casi pararlo) al cucharón para que el agua gotee por el mango para limpiarlo.
6. Dejar la cuchara colocada en la posición en que la encontraste.

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En uno de los mostradores que había allí en el Santuario hice algo que no podía dejar de hacer estando ahí: pedir un O-mikuji. Omikuji (御御籤,御神籤 oおみく omikuji) se denomina a unas tiras de papel donde hay un texto que predice la buena o mala fortuna de quien lo solicita. Me acerqué al mostrador, pagué lo que tenía que pagar (no recuerdo cuánto…) y me entregaron una cajita de madera.

Kamakura

Sacudí bien fuerte a la caja y de allí saqué un palito de madera que tenía un número grabado en uno de sus lados. Se lo mostré a la señorita que estaba atendiéndome y, sin mediar palabra, me entregó un papel. Este papel predecía mi futuro. Recuerdo que estaba nerviosa antes de leerlo. El texto estaba en japonés pero tenía su traducción al inglés. Por suerte la predicción para mi… fue ¡buenísima! pero me equivoqué en algo, porque ese papel lo dejé dobleado y atado a la rama de un árbol y eso solo se hace cuando la predicción es mala… 

Seguimos nuestro camino y, como es costumbre en los santuarios sintoístas, vimos montones de toneles de sake (nihonshu) uno al lado del otro que fueron donados a este templo. Quise contarlos pero no pude detenerme tanto tiempo… también me hubiese gustado probarlo! 

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Y seguimos encontrando por todo el santuario miles de tablitas de madera, tablas que se deben comprar y en donde todos podemos escribir nuestros deseos o pedidos esperando que los dioses nos favorezcan. Obviamente nosotros escribimos los nuestros!

KamakuraKamakuraKamakura

Llegó el momento de dejar este Santuario porque teníamos otras importantes visitas que hacer en Kamakura. Grande fue nuestra sorpresa cuando salimos de allí al ver una gran avenida, Wakamiya Oji, con miles de negocios y un ambiente muy particular. Caminar por este lugar fue un placer y te lo recomiendo. Para nosotros fue una linda manera de dar un cierre a las visitas de estos dos templos.

Kamakura
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En el camino nos detuvimos a comer una de las cosas más ricas que probé: bombones de mazapán. Si pasás por la puerta de este negocio no dejes de probarlos.

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Ahora solo nos faltaba llegar hasta Hase para conocer, por fin, al gran Buda Daibutsu pero eso es otra historia que pronto te contaré.  Mientras tanto iremos subiendo al Enoden por primera vez…

 

Kamakura Kamakura

Te espero en el próximo Relato Viajero
para contarte sobre los otros dos lugares que, considero,
valen la pena conocer de Kamakura…


DATOS DE UBICACIÓN

Templo Kenchō-ji
Kenchoji Yubinbango247-8525 Kamakura, Prefectura de Kanagawa Yamanouchi 8 , Japón
Teléfono: 0467-22-0981
Horario de Ingreso: 8:30 a.m. -4.30 p.m.
Precio de la Entrada: Adultos: ¥ 300  Niños: ¥ 100
 
Santuario Tsurugaoka Hachiman-gū
Dirección:
2 Chome-1-31 Yukinoshita, Kamakura, Kanagawa Prefecture 248-8588, Japón
Teléfono: +81 467-22-0315
Horario: 6 a.m.-9:30 p.m. todos los días
Precio de la Entrada al Museo: Adultos: ¥ 200 Niños: ¥ 100/ 6 a 12 años; Gratis para los niños menores de 6.

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6 comentarios

  1. Patricia

    Que lindo este viaje. Me encantan los templos y más los orientales. Me maree un poco con el tema del lavado de manos y boca, poner el agua acá, tomar acá, llevarlo allá, uffff, pero lindísimo! Gracias por hacernos viajar! Las fotos preciosas!!!

  2. Paco Martínez

    Sí que era obligada la visita a Kamakura…Un placer, rodearte de toda esa belleza, de naturaleza y de construcciones de la mano del hombre, que, en perfecta simbiosis con ella, ni usa clavos…
    Me llama la atención la limpieza, la pulcritud que se ve en los suelos, en las calles…me encanta.
    Un gusto, de leer tu explicación, tu relato y a continuación ver la imagen , la foto concerniente. Eso hace que sientas que vamos contigo, al lado, de la mano de vos…

    • Gracias Paco Martínez por dejarme tu comentario en este Relato Viajero que, para mi, es especial. Me alegra saber que sentiste que recorrías estos lugares de mi mano. Y prepárate, porque en breve estaremos visitando al Gran Buda de Kamakura que es el segundo Buda más grande de Japón.
      Saludos Viajeros.

  3. jordi (milviatges)

    Estos templos japoneses son una delicia. Con sus toris, sus pabellones y sus jardines da una sensación de tranquilidad enorme. Ya nos dirás si se cumplen tus precisiones de futuro según el papelito!

  4. Kris

    Kamakura es una de las ciudades más encantadoras de Japón, sus templos y santuarios son preciosos y ese Buda…. En fin, gran recomendación viajera la que haces en este post 😉

  5. Cristina

    Me ha encantado este recorrido Lilián. Tal y cómo dices, iremos a Kamakura cuando estemos en Tokio, es ineludible.

    Seguiré tus recomendaciones y los toriis, los rituales, los santuarios y los jardines ya me dan sensación de tranquilidad antes de ir…

    Gracias.

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